Fueron víctimas de explotación laboral y salieron adelante con el acompañamiento del Estado

Hoy hacen cajones de verdura y los venden a diferentes proveedores (Foto: Prensa Ministerio de Desarrollo Social)

Lo que hoy es el Aserradero Hermanos Ibarra, tiene por detrás una fuerte historia de vulneración de derechos y de Trata de Personas. Sin embargo, ese pasado quedó atrás y desde hace cinco años esta familia y su emprendimiento crece y se fortalece con la ayuda del Estado provincial, encabezado por Osvaldo Jaldo.

En septiembre de 2017, el calvario terminó para 14 personas de la ciudad de Famaillá. En el barrio Nueva Baviera, de dicha localidad, la Policía Federal allanó un aserradero y liberó a cinco adultos y a nueve menores (de entre 7 y 16 años) que eran explotados laboralmente por el dueño del emprendimiento.

La investigación fue iniciada por el fiscal federal, Pablo Camuña, luego de que una vecina denunciara situaciones “irregulares” en el lugar. Posteriormente, por autorización del juez Daniel Bejas, efectivos del Departamento de Investigaciones Federales, División Crimen Organizado y Trata de Personas, constataron la situación y comenzaron la búsqueda del responsable, quien fue detenido en Simoca, donde tenía otro aserradero.

Al tanto de esta situación, tomó intervención el Estado provincial. Fue así que, desde el año 2017, la división Trata de Personas, Punto Focal Provincial, comenzó ejecutar acciones integrales que permitieron mejorar las condiciones de vida de los damnificados, considerándolos, claro, como sujetos de derechos.

Teniendo en cuenta los conocimientos y el potencial de quienes trabajaban de manera ilegal en el aserradero, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la Provincia, en conjunto con la de Articulación Territorial y Desarrollo Local y el municipio de Famaillá, empezaron a realizar un trabajo articulado con el objetivo de brindar a la familia las herramientas y condiciones edilicias adecuadas para el fortalecimiento de un emprendimiento asociado a la elaboración de cajones de maderas para verduras, los cuales son posteriormente vendidos y distribuidos a distintos proveedores.

Como parte de este acompañamiento funcionarios de la cartera Social que encabeza Lorena Málaga, visitaron el lugar para dialogar con la familia y ver los avances del emprendimiento que sigue funcionando, ahora bajo los parámetros de la ley. La comitiva estuvo integrada por la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Guadalupe Casas; su par de Articulación Territorial y Desarrollo Local, Miguel Cerviño; el subsecretario de Niñez, Bruno Medina; Gilda Zurita, del programa Trata de Personas; y la directora de Economía Social y Solidaria, Alejandra Castro.  También estuvieron el intendente de Famaillá, José Orellana; la secretaria de Gobierno municipal, Gabriela Martínez; la de Obras Públicas, Florencia Parrado; la directora de Desarrollo Social famaillense, Argentina Véliz; y Pablo Barrionuevo, de Áreas de Cooperativa.

Luego de la recorrida, Medina contó que “vinimos a acompañar de manera integral el fortalecimiento de este emprendimiento porque implica toda una historia que tiene que ver con la Trata de Personas y cómo se ha ido acompañando desde lo psicológico y lo material para que hoy tengan una salida laboral propia”.

“El programa de Trata no solo está dedicado a recuperar personas que se encuentran, como en este caso, en situación de explotación laboral, sino también en cómo hacemos después para acompañar de manera interdisciplinaria para restituir los derechos vulnerados”, señaló el funcionario.

A su turno, Castro contó que “dentro de Economía Social articulamos con otras áreas del Ministerio, tomamos contacto con las técnicas de Trata de Personas, quienes nos presentaron el caso, y a través de la intervención de la Secretaría de Familia se empezó a desarrollar este emprendimiento para el cual aportamos herramientas y máquinas para que continúen desarrollando su trabajo”. Para terminar, destacó también la “fuerte intervención de la Municipalidad de Famaillá”.

En tanto, Véliz aseguró: “Estuvimos siempre comunicados con la familia Ibarra, articulando permanentemente con Desarrollo Social de la provincia, lo que permitió que hoy esta gente tenga las condiciones adecuadas para trabajar. Seguimos acompañando desde lo mínimo hasta todo lo que esté a nuestro alcance”.