En Tucumán los programas sociales se transforman en programa de empleo y trabajo genuino

“Siempre vemos al trabajo como el gran ordenador y la mejor política social”, así lo enunció el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, durante su visita a la fábrica de Dulces Regionales en Simoca.

Inaugurada recientemente por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, junto al jefe de gabinete, Juan Manzur, la fábrica viene a cerrar un círculo social virtuoso, que permite transformar los programas sociales en trabajo genuino y fortalecer la economía local.

Acompañaron al funcionario, el secretario de la Unidad Ejecutora de Programas y Proyectos Sociales, Guillermo Socolsky, el subsecretario de la Economía Social y Solidaria, Miguel Cerviño, y el intendente de Simoca, Marcelo Herrera.

Al respecto, Yedlin expresó: “Muy contentos de acompañar a los trabajadores hoy en Simoca. Queríamos visitarlos porque estamos concretando algo que desde lo social se viene  trabajando fuertemente, que es la transformación de los programas sociales a programas de trabajo y empleo genuino. Eso, en esta fábrica, es un hecho. En Tucumán, venimos transitando este camino y lo queremos mostrar”.

“En este caso, los programas sociales acompañaron a un grupo de productores de batata que hoy se presentan como los principales proveedores en este proyecto. Me llevó una grata satisfacción de ver este proyecto de trabajo que además abre las puertas a que muchos profesionales tucumanos puedan quedarse en su lugar de origen con oportunidades reales de trabajo y de inserción social”, agregó el ministro.

Asimismo, detalló que el Ministerio de Desarrollo Social será un “gran cliente” de la fábrica ya que los productos serán destinados a los niños y niñas que asisten a las escuelas con comedores que coordina el área.

Por su parte, Herrera manifestó: “Hace un tiempo que venimos muy emocionados y comprometidos con este gran proyecto. Agradecidos por la decisión que tomó en ese momento, nuestro gobernador, Juan Manzur, actual jefe de gabinete, que a través de la Nación y de nuestro gran Presidente, pudo conseguir los fondos. Este es un anhelo de muchos años, siempre con la mirada puesta en poder cambiar los planes sociales en trabajo genuino”.

Además, resaltó: “En 2015 cuando asumimos en nuestras funciones, buscamos los fondos en la Nación y no tuvimos respuesta en su momento. Luego de 4 años, con la presidencia de Alberto Fernández, pudimos concretar este gran sueño. Esta fábrica es para las futuras generaciones, para que los simoqueños desarrollen su vida acá en su ciudad”

A su turno, Mario Montero, referente de la cooperativa Dulce Esperanza, compartió: “Nos sentimos orgullosos de ser proveedores de la materia prima de la fábrica de dulces regionales. Dentro del proyecto, tenemos la responsabilidad de entregar en tiempo y forma, la materia de primera calidad con material saneado que será procesado por la marca Dulky”.

En relación al camino transitado, agregó: “Somos 26 socios los que formamos esta cooperativa, es decir que cerca de 50 familias son parte de esto directa e indirectamente. Para nosotros es grandioso revalorizar el trabajo de nuestros abuelos y padres. Feliz de ser parte de Potenciar Trabajo, que como bien dice su nombre, potenció nuestro esfuerzo, nuestras capacidades y hoy lo vemos en hechos concretos”

Con el objetivo de generar una oferta de trabajo concreta para los estudiantes locales, la fábrica incorporó a Franca Molina y Jeanette Burieque, ambas estudiantes avanzadas de la carrera de Ingeniería Industrial.

“Agradezco la oportunidad, que aún siendo estudiante, se nos haya dado un lugar tan importante. Nos enorgullece ser parte de este gran proyecto, principalmente porque se desarrolla en nuestra ciudad de origen. Así que iniciamos este proceso con muchas expectativas”, concluyó emocionada Molina.