Con el objetivo de dar a conocer las estrategias de seguridad alimentaria que coordina el Ministerio de Desarrollo Social, en pos de garantizar el bienestar de los grupos más vulnerables, el ministro Gabriel Yedlin, mantuvo una entrevista en el Programa Los Primeros.
El funcionario hizo una evaluación de lo que fue 2020 en materia de políticas públicas destinadas a la seguridad alimentaria, y los desafíos para este año en el marco de la nueva normalidad.
En cuanto al momento económico y a la diferencia de precios según la ubicación de los comercios, Yedlin expresó que “este tema y la inflación son los problemas que mas no preocupan hoy, sobre todo a los que tenemos a cargo la coordinación de políticas alimentarias. El precio de los alimentos es una de las dificultas sociales más grande, una problemática presente en todos los estratos sociales”.
“Terminamos el 2020 una inflación alrededor del 36%, y la canasta básica con un aumento cerca del 46%. Es decir que los alimentos más básicos para todos, estaban un 10% por encima del nivel de inflación. Sumado a esto, tenemos alimentos sueltos, que no están dentro de esta canasta, como la carne que subió casi un 70%. Por lo tanto, uno de los grandes problemas que tiene el desarrollo social, tiene que ver directamente con el aumento de precios”.
“A esto, se suma la asimetría enorme que hay entre el que produce el alimento, con el precio final en góndola. Frente a esto, hay una estrategia que busca generar ferias que acerquen la producción al consumidor, sobre todo en lo que es fresco”, aseguró el ministro. Esta acción estuvo frenada el año pasado por la pandemia, pero se prevé retomarla este año.
Con respecto a los comedores escolares, a la fecha, el Ministerio tiene a cargo más de 600, brindando alimento diariamente, a más de 100 mil chicos en toda la provincia. “Durante el año, proyectamos que serán 1000 los comedores funcionando. Nosotros trabajamos en función de lo que el Ministerio de Educación nos solicita, por esto, creemos que serán más los comedores funcionando”, contó.
Asimismo, detalló que “los comedores escolares son una de las estrategias, en materia de política pública para la seguridad alimentaria, más importante que llevamos a cabo desde Desarrollo Social. Si bien, los chicos no van a la escuela a comer, estos espacios logran una protección y cuidado programático que consolida un vínculo con la institución”. Esta comprobado que las escuelas con comedores, han logrado una mayor presencialidad de los alumnos.
En relación a los fondos destinados para esta política, explicó que existe una ley nacional de seguridad alimentaria que si bien, genera los fondos para comedores escolares, no detalla los porcentajes que deben asumir Nación y Provincia en esta tarea.
“La realidad es que cuando terminó la gestión de Cristina Fernández, la Nación ponía un 40% del presupuesto y la Provincia el 60%. Durante la gestión de Macri, que generó mayores necesidades alimentarias, no hemos recibido estos fondos. En ese momento, la Nación terminó con un aporte de menos del 15%, siendo Tucumán el responsable de asumir todo el resto. Esto, ya se está revirtiendo desde el año pasado”.
En relación, a las estrategias de contención social implementadas durante la pandemia, comentó que fueron 70 mil las Tarjetas Alimentarias que se repartieron en Tucumán. 350 millones de pesos mensuales ingresan a la provincia a raíz de esta política, que se vuelca directamente en nuestra economía local. En esta línea, aclaró que por el momento, no hay novedades sobre posibles aumentos en los diferentes montos que perciben los beneficiarios de la tarjeta.
Por último, manifestó que “la pobreza ha aumentado en el país y en el mundo. La pandemia es una situación sin precedentes que ha sido muy difícil de sobrellevar. Pero se calcula que la pobreza hubiese un 10% más si no hubiésemos tenido los programas sociales de acompañamiento para las familias que más lo necesitaron”.