Analizaron el trabajo realizado en torno víctimas de violencia: 100 mujeres están resguardadas y cuidadas junto a sus hijos

Referentes de la Secretaría de Mujeres, Géneros y Diversidad se reunieron con sus pares de los siete dispositivos de protección para víctimas de violencia y analizaron el trabajo realizado durante el año. Plantearon las falencias y los aciertos del 2022 y precisaron que son 100 las mujeres que, junto a sus hijos, están resguardadas y cuidadas en los mencionados centros que trabajan articuladamente con el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Lorena Málaga.

Durante el encuentro en la organización “Gotitas de Ternura”, destacaron que el balance es positivo y adelantaron que los propósitos para el 2023 tienen que ver con seguir brindando protección y las herramientas para que estas personas logren su autonomía plena, de acuerdo a los protocolos actuales.

Estuvieron presentes la asesora de Género de Desarrollo Social, María del Carmen Carrillo; la directora del Observatorio de las Mujeres y Violencias por razones de Género, Verónica Ale, el referente de Gotitas de Ternura, Leandro Aramayo; y la directora del Albergue Arcoíris, Verónica Figueroa, entre otros.

“Hicimos una autoevaluación del año y pensamos en cómo vamos a trabajar durante 2023, con base en las construcciones colectivas entre las organizaciones y el Estado para abordar estas temáticas complejas”, señaló Ale.

Desde el Gobierno que conduce Osvaldo Jaldo, a través de la cartera Social, erradicar la violencia de género y cuidar a las víctimas es una política central en la cual se trabaja mediante la articulación entre diferentes áreas del Estado y organizaciones no gubernamentales.

Aramayo, en tanto, explicó que “los dispositivos son gestionados por las organizaciones sociales que trabajamos con la comunidad” y destacó que “desde Desarrollo Social nos acompañan constantemente para generar recursos para atender a las mujeres”. El referente también resaltó que a nivel provincial hubo un solo femicidio en el año.

Para terminar, Figueroa, contó que “delineamos acciones para mejorar la calidad de vida de las personas mediante un abordaje integral. La idea es pensar estrategias para cortar con la  dependencia con el agresor y lograr la autonomía y profesionalización aprendiendo oficios y estudiando”.