La pandemia del 2020 no fue impedimento para que los operarios de los Talleres Protegidos del Sagrado Corazón de Jesús dejaran de producir. Atentos a las necesidades del momento, la producción se destinó a elementos sanitarios para las personas de los diferentes dispositivos del Ministerio de Desarrollo Social.
Si bien las personas con discapacidad, que asisten diariamente a la institución, no pudieron hacerlo de forma presencial, los operarios siguieron trabajando desde sus casas y mediante forma remota. Asimismo, las autoridades aprovecharon la ausencia física para hacer obras de mantenimiento y refacción en el lugar.
A partir del 4 de enero, con la aprobación del COE, teniendo en cuenta a las normativas de seguridad y prevención, se dio reapertura a los centros de rehabilitación, centros de días y todas las instituciones vinculadas a la Discapacidad. Igualmente sucedió en los Talleres, que recibió de nuevo a todos sus operarios.
Al respecto, el director de la institución, Gabriel Marañón, expresó: “Recibimos este año con muchas expectativas. A pesar de haber tenido un año atípico, en donde las personas con discapacidad no pudieron asistir a los talleres, el equipo estuvo siempre con muchas iniciativas y con muchos desafíos que pudimos afrontar”.
“Arrancar el año con una institución renovada ha sido un gran logro. Ver a los operarios volver al lugar, con la emoción de recuperar cierta normalidad en sus vidas cotidianas, ha sido muy gratificante y para nosotros como autoridades un gran empujón para seguir sumando, dentro de las políticas que nos indican el ministro Gabriel Yedlin y el gobernador Juan Manzur”, concluyó el funcionario.
Los operarios retomaron sus talleres habituales de regalería, gastronomía, huerta y carpintería, entre otros. Asimismo, se sostiene la producción semanal de 100 kits de seguridad que son entregados a los institutos con personas internas y salas de aislamiento.