Sobre el COVID en el Instituto Gerontológico San Alberto

Tras diez meses de pandemia, y pese a  que se tomaron todas las medidas sanitarias, el coviD-19 entró al Hogar San Alberto, como sucedió inevitablemente en los geriátricos del país y el mundo, provocando el contagio de 29 residentes.

Hubo dos fallecimientos: un hombre de 94 años, con comorbilidades, que se hallaba aislado en el edificio del Hogar  y otro residente de 80, que se encontraba internado en el sector público con antecedentes de riesgo.

Detalle

Un reciente hisopado determinó 29 casos positivos. De ellos, los dos mencionados fallecidos, tres internados estables (dos en el sector público y uno en el sector privado) mientras que los 24 restantes están aislados y asintomáticos).

La situación surgió en un momento en que el sistema sanitario tiene capacidad de repuesta.

Al respecto, la secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Lorena Málaga, señaló que “durante estos diez meses en el Instituto San Alberto se han aplicado todos los protocolos para prevención de COVID”.

Asimismo, informó que Desarrollo Social cuenta con cuatro médicos gerontólogos y generalistas  para atención de los residentes”.

Indicó además, que se ha trabajado durante estos meses articuladamente con el Sistema Provincial de Salud (Siprosa), que es el órgano rector de la pandemia.

En ese sentido, afirmó que se hisoparon a los trabajadores en varias oportunidades y consideró que “es muy lamentable que hayan fallecido dos residentes, porque teníamos la esperanza de que no ingrese el contagio, a pesar de la alta transmisibilidad de virus”.

Finalmente, Málaga expresó que “ingresó en un momento en que ha disminuido la circulación viral y el servicio de salud público está menos exigido, lo que asegura la internación del residente que la requiera para su tratamiento”.

Por su parte, la directora de Adultos Mayores,  Nilda Roldán, reveló que “desde la llegada del primer caso a la Argentina, junto a la Dirección del Instituto San Alberto (a cargo de Carla Sánchez), estudiamos todos los protocolos a nivel internacional, la Sociedad Argentina de Geriatría y el Ministerio de Salud y empezamos a diseñar el protocolo para el Instituto”.

Agregó que ello consistió en “desde instalar la habitación para el lavado de manos al ingreso, sectores para el cambiado de ropa, las capacitaciones de todo el personal y se limitó el ingreso de los proveedores por una entrada única sin contacto con adultos mayores”.

Amplió que “se restringieron las visitas, tanto de familiares como de voluntarios, pero hubo contactos de manera virtual y se organizó el protocolo del manejo interno de los residentes”.

Por último, afirmó que “el Ministerio y la Secretaría nos brindaron todos los elementos de protección personal, como guantes, camisolines, cofias y barbijos”.