Tras un impasse merced a la pandemia, se realizó esta tarde de manera virtual una nueva reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre, de la que participaron por Tucumán el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin y el diputado nacional, Pablo Yedlin.
El cónclave estuvo encabezado por el titular de la cartera social de la Nación, Daniel Arroyo, quien estuvo acompañado en la moderación por la presidenta del Consejo de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, en un encuentro que nucleó a cerca de 100 participantes de diferentes organizaciones gubernamentales, políticas, sociales, empresariales, gremiales y religiosas.
Al respecto, Yedlin opinó que “se nota el trabajo articulado entre el Estado Nacional y Provincial, a través de políticas que aseguran un piso de protección social, como la tarjeta alimentaria o el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE)”.
Destacó la producción local, que permiten la soberanía alimentaria y afirmó que “hay mucha expectativa en que el acuerdo con los acreedores externos posibiliten el desarrollo que generen trabajo y empleo.
Por su parte, Arroyo abrió el encuentro con datos cuantificables sobre lo actuado desde el inicio de la gestión hasta la actualidad, en un contexto agravado por la pandemia de COVID-19.
“Estamos un contexto social crítico pero estable, y con esta reunión vamos a proponer un esquema de trabajo”, expresó Arroyo.
“Antes de la pandemia, Argentina tenía 8 millones de personas que recibían asistencia alimentaria, y hoy, hay más de 11 millones”, reveló el ministro.
“Se agregaron personas que hacían changas y muy eventualmente iban a un comedor pero que empezó a hacerlo con frecuencia desde marzo”, ilustró Arroyo.
Agregó que “son personas englobadas en lo que llamamos trabajo informal integral como el taxista, el remisero, el que hace durlock, que se les cayó el ingreso y luego otro sector que aun con trabajo formal no le alcanzó y también fue a recibir asistencia a un comedor o merendero”.
“Estas realidades conforman las más de 11 millones de personas que reciben asistencia, alimentaria” reiteró.
Ante esto, Arroyó afirmó que cuadruplicó el presupuesto. “Al 31 de julio, en términos de políticas alimentarias hemos ejecutado 70 mil millones de pesos. Ejecutamos el 139 por ciento del presupuesto anual y hubo partidas adicionales que se fueron volcando a este Ministerio, lo que habla de la prioridad del gobierno de darle prioridad a los que menos tienen”.
Entre las acciones llevadas adelante, el funcionario destacó la Tarjeta Alimentaria, que fue la primera política que se puso en marcha en esta línea. “Hay 1.500.000 familias que han accedido a la tarjeta alimentaria”, destacó y que representaron 52 mil millones de pesos de inversión al 31 de julio”.
Además, destacó la transferencia de fondos a comedores de las provincias, para qie compren los alimentos y fomenten la economía local y la buena nutrición y el aumento de las partidas a comedores escolares.
Finalmente, destacó el apoyo del sector privado.
Participaron, entre otros, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el empresario y presidente de San Lorenzo de Almagro, Marcelo Tinelli; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el referente de Caritas, monseñor Carlos Tissera; la dirigente política Hilda “Chiche” Duhalde; la presidenta de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos SA) Malena Galmarini; el presidente de la Coordinadora de Empresas Alimenticias (Copal), Daniel Funes de Rioja; el presidente del Mercado Central de Buenos Aires, Nahuel Levaggi, la titular de UNICEF Argentina, Luisa Brumana y la investigadora responsable del Barómetro de la Deuda Social de la UCA, Ianina Tuñón.
Asimismo, acompañaron, además de Yedlin, ministros provinciales de Desarrollo Social como Andrés Larroque, María Migliore, Danilo Capitani, Juan Carlos Massei, Benilda Dammer, Verónica Figueroa, Bárbara Weinzettel y Aníbal Gómez.
En las conclusiones, se llegó un acuerdo para armar comisiones que trabajen periódicamente a fin de articular y discutir las políticas a desarrollar.
