Cada vez más, las cocinas comunitarias fortalecen su función solidaria, como es el caso de la cocina “Arco Iris”, en el Barrio Néstor Kirchner. Las mujeres de la zona asisten diariamente para la elaboración de sus comidas y para la fabricación de productos de venta para sus emprendimientos.
En el marco de las visitas semanales que realiza el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, junto al secretario de Articulación Territorial y Desarrollo Local, Francisco Navarro, a distintos barrios de la provincia, mantuvieron una reunión con las mujeres que sostienen el espacio para conocer cómo se desarrolla su día a día. Acompaño también, el subsecretario de Gestión Previsional, Raúl Ferrazzano.
Luego del encuentro, Yedlin expresó: “Como todos los días, estamos recorriendo y acompañando a quienes más lo necesitan. Siempre uno se conmueve de la solidaridad que tienen estas mujeres, de cómo se cuidan entre ellas y a sus núcleos familias. Nosotros queremos estar a la par de ellas para dar respuestas a las dificultades que se presentan en su día a día, teniendo en cuenta el contexto nacional que nos atraviesa. Esa es nuestra función como Estado, estar cerca para atender sus necesidades”.
Por su parte, Navarro manifestó: “Queríamos compartir con este grupo tan lindo de familias solidarias que asisten al lugar. Esta es una cocina con 5 años de trayectoria, que además cuentan con dos emprendimientos productivos, de venta de ropa y productos gastronómicos. Los emprendimientos son una gran oportunidad para sobrellevar las necesidades que tienen estas familias, que en muchas oportunidades, solo pueden acceder a trabajos informales”.
“Como siempre digo, la definición de “cocinas comunitarias” les queda chica. Son verdaderos grupos humanos de contención, en donde las familias, que tienen que desarticularse por alguna cuestión de trabajo no formal, pueden sostenerse y salir adelante gracias a estos espacios comunitarios. Este es el Tucumán que queremos cuidar, por eso los visitamos y nos hacemos eco de sus necesidades”, agregó el secretario.
Por último, Romina Mercedes Olivera, encargada del lugar, compartió su experiencia: “Hace 6 años que empezamos con este proyecto, que tuvo inconvenientes en el proceso, que nos obligaron a cerrar y reabrir nuevamente la cocina. Gracias a esto, puedo economizar en casa, pagar mis cuentas, y producir cosas para vender, de alguna manera, hemos logrado generar una pequeña economía solidaria”.